Nuestros frutos.

El sabor de nuestro trabajo

Cultivamos y recogemos frutos que son el reflejo de su entorno, su cuidado
y su dedicación. Un espectáculo para los sentidos, pura poesía para el paladar.
¿Te gustaría probarlos? Muérdelos con fuerza y saborea todo su jugo.
Aquí tienes un primer aperitivo que seguro que te dejará con ganas de más

Melocotón

Prunus persica

Nuestros melocotones maduran en los árboles, así que te invitamos a que vengas de junio a septiembre para que los cosechemos juntos en su punto óptimo.

Su tacto aterciopelado será lo primero que notarás cuando los cojas con tus propias manos, seguido de un olor dulce y aromático.

Contemplarás su piel de tonos amarillos hasta morados, dependiendo de la variedad, pero con la firmeza necesaria para que cuando le des un mordisco crujan ligeramente en tu boca.

De jugo dulce, con la acidez justa, nuestros melocotones son el mejor regalo para todos aquellos que vienen a vernos.

Nectarina

Prunus persica

El nombre de nectarina proviene de la palabra griega néctar, que significa bebida de los dioses, y la verdad es que no nos extraña.

De junio a septiembre nuestros campos se llenan de ellas, así que es un buen momento para acompañarnos, haciendo algunas pausa por el camino para refrescarnos.

¿Te imaginas algo mejor cuando aprieta el calor?

De piel lisa y brillante, firmes y un poco flexibles al tacto, su pulpa amarilla o blanca es jugosa y su sabor dulce y ligeramente ácido.

¿Nuestro secreto? Cosecharlas muy maduras y aromáticas.

Paraguayo

Prunus persica

¿Recuerdas esos veranos que pasabas cuando eras pequeño? Así huelen nuestros paraguayos.

Estamos situados en una de las mejores zonas del mundo para cultivar este tipo de fruta, así que seguro que disfrutarás con ellos.

De piel aterciopelada, dulces y con muy baja acidez. Los paraguayos tienen la peculiaridad de madurar después de la cosecha, así que podrás llevártelos a casa y decidir si te los quieres comer duros y crocantes o blandos y jugosos.

Lo dejamos a tu gusto personal.

Cereza

Prunus avium

Las cerezas son una de las frutas más deseadas. Por su color brillante, por su sabor y por el hecho de que su temporada es tan corta que siempre nos deja con ganas de más.

Pero antes de que esto suceda, te invitamos a que vengas a finales de Abril y las recojamos una a una con suma delicadeza.

Carnosas pero de fiel firme, notarás un ligero “crunch” cuando las muerdas y luego una explosión deliciosa que te llenará la boca con su dulce sabor. Aunque para serte sinceros, el cerezo nunca defrauda.

Si vienes a finales de invierno podrás ver los campos florecidos en todo su esplendor. Un espectáculo visual que te recomendamos encarecidamente.

Albaricoque

Prunus armeniaca

Nuestra geografía es perfecta para él, ya que este fruto demanda contraste.

Un invierno largo y muchas horas de sol en primavera y verano. Para disfrutar al máximo de su sabor, lo mejor es consumirlo entre mayo y agosto, justo cuando nosotros lo recolectamos.

Toca su piel lisa y nota su consistencia, es firme pero no dura. Si los aprietas suavemente, notarás como los dedos se te hunden ligeramente.

Fíjate también bien en su color naranja intenso y en cómo el sol los enrojece sutilmente, creando vetas rosadas en su piel que nos indican que se trata de un fruto dulce y maduro.